Dinizulu y sus bailarines africanos, percusionistas y cantantes siempre han sabido cómo poner un buen espectáculo. Pero la actuación de la compañía en la noche del domingo en el Teatro de la Iglesia Riverside sugiere que su danza y la música se hace cada vez más ricos y más impresionante con el paso del tiempo. Este fue el teatro que con gracia enseñado una historia acerca de las culturas y el mundo, con comentarios siempre durante toda la noche por Amadoma Bediako, narrador del programa y un contador de historias convincentes.comentarios de la Sra. Bediako también hizo hincapié en la importancia de respetar y honrar la dignidad inherente y la alegría de las culturas y reconocer el papel que desempeñan en nuestras propias vidas. Pero esta fue también la danza fascinante y vibrante.
Hubo varios favoritos de siempre a la mano. En la danza Egungun, desde el pueblo yoruba de Nigeria occidental, el fantasma del primer hombre vuelve a ver cómo van las cosas en la tierra.Vestido con un enorme flujo de falda de hierba y bufandas, con los brazos hierba roja y patas rojas, el Egungun se ve en un primer momento como una niñera gordito torpe de un vivero. Sin embargo, la batería se basa, un silbato y el Egungun se convierte en un verdaderamente impresionante, el espíritu casi aterradora.Durante las grandes verbenas y encuentros musicales en Barranquilla se destaca el tema NANSINDORDINYA
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